Los desplazados escapan de la violencia en el norte de Alepo, donde el ejército sirio inició el lunes pasado una ofensiva para recuperar el control de varias poblaciones, con el apoyo de la aviación rusa.
BEIRUT. El número de desplazados que han huido de sus hogares en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, no hace más que aumentar y alcanza ya los 31.000, según la ONU, y algunos de ellos bloquean el paso de Bab al Salama, fronterizo con Turquía.
La portavoz regional para la crisis siria de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Linda Tom, dijo a Efe por teléfono que se calcula que hay 31.000 personas huidas de las localidades de Alepo y Anadán y de áreas bajo el control del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
De esos desplazados, el 80 % son mujeres y menores de edad, subrayó la fuente, que agregó que hay unos 8.000 desplazados en el cruce de Bab al Salama.
Estas cifras son inferiores a las ofrecidas ayer por la organización humanitaria turca musulmana IHH, que atiende a los refugiados y que destacó que la cifra de desplazados en la frontera ascendía a 45.000.
Tom explicó que el flujo de personas varía continuamente porque los desplazados se mueven por distintas zonas sirias a lo largo de la frontera.
“Hay muchos que salen de sus pueblos para ver si el cruce está abierto, están allí un tiempo y luego regresan al ver que sigue cerrado”, indicó la portavoz.
Otros permanecen en alguno de los ocho campos de desplazados en suelo sirio que existen desde hace tiempo en las inmediaciones de Bab al Salama, aunque “han alcanzado ya su máxima capacidad y no pueden albergar adecuadamente a las personas que llegan ahora”, apuntó Tom.
Las organizaciones humanitarias tratan de proporcionar todo tipo de ayuda, como clínicas móviles, pastillas potabilizadoras de agua y equipos de higiene.
Los desplazados escapan de la violencia en el norte de Alepo, donde el ejército sirio inició el lunes pasado una ofensiva para recuperar el control de varias poblaciones, con el apoyo de la aviación rusa.
La ONG turca IHH han comenzado ya a construir dos campos de refugiados temporales dentro del territorio sirio y a unos centenares de metros de Turquía.
Abdelqader Abu Yusef, que reside en la localidad siria de Azaz, limítrofe con Turquía y a unos 5 kilómetros de Bab al Salama, indicó que unas setenta tiendas de campaña han sido levantadas hasta el momento.
“Son jaimas grandes y ya han sido ocupadas por los desplazados”, aseguró a Efe por teléfono.
Abu Yusef resaltó que desde hace una semana Bab al Salama está totalmente cerrado y que tan solo entre ayer y hoy algunas ONG han podido acceder desde Turquía para repartir algo de ayuda entre los desplazados, “sobre todo mantas y comida”.
Para aliviar la presión en la frontera, el opositor Consejo de la Provincia de Alepo Libre, que administra las áreas bajo control rebelde en esta región, y el Partido de la Unión Democrática (PYD, en sus siglas en kurdo), principal formación política kurda de Siria, facilitarán el traslado de 4.000 familias a otros lugares.
El portavoz del Consejo, Abu Zaer al Halabi, apuntó a Efe que esos desplazados en la frontera turco-siria serán conducidos a zonas del oeste de Alepo y de la vecina provincia de Idleb bajo el dominio del Ejército Libre Sirio (ELS), a través del enclave kurdo de Afrín, en manos del PYD.
Al Halabi señaló que los desplazados han escapado de sus hogares en pueblos como Hreitan, Baniun o Hian, en el norte de Alepo, casi con lo puesto.
“Necesitan de todo, comida y ropa de abrigo, especialmente”, subrayó el portavoz, quien indicó que este lunes un hombre murió de frío en la frontera.
Entretanto, las Fuerzas Armadas sirias prosiguieron su avance por la mitad septentrional de la provincia y hoy “restauraron la seguridad y la estabilidad en el pueblo de Kafin tras eliminar a los terroristas que se encontraban en él”, anunció la agencia de noticias oficial siria, Sana.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que con este logro los efectivos gubernamentales se sitúan a 25 kilómetros de la frontera con Turquía.
Esta es la distancia más corta a la que se han acercado las fuerzas del régimen sirio al límite con el país vecino desde agosto de 2013, cuando perdieron el dominio del aeropuerto militar de Meneg, en el norte de Alepo, que fue tomado por facciones armadas de la oposición.
Según la ONG, un convoy con cien vehículos cargados con armas y combatientes de facciones opositoras fue visto hoy en el norte de Idleb en dirección a las zonas de combates en Alepo.
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