GINEBRA. La ONU dijo hoy que ha conseguido distribuir alimentos entre 30.000 personas que escaparon de Alepo, en el noroeste de Siria, tras la ofensiva lanzada por el Gobierno de Damasco, apoyado por bombardeos rusos, para recuperar las áreas controladas por grupos opositores.
La ración es para un mes y se ha entregado en el área de Azaz, una localidad próxima a la frontera con Turquía, que mantiene cerrada sus fronteras ante la nueva oleada de refugiados, con excepción de ciertos casos, como el de heridos.
Las autoridades turcas han optado por organizar campamentos de desplazados del lado sirio de la frontera, donde varias organizaciones humanitarias intentan prestarles ayuda.
El Programa Mundial de Alimentos, uno de los mayores brazos humanitarios de la ONU, informó de que también está llevando ayuda alimentaria a zonas rurales de Alepo.
“Estamos en las líneas del frente llevando comida a las personas que la necesitan urgentemente”, declaró en Ginebra la portavoz del organismo, Bettina Luescher.
La ONU alertó el jueves que existe el riesgo de que 300.000 personas queden militarmente cercadas en Alepo tras la ofensiva gubernamental.
La cifra de personas que han huido de Alepo desde el 1 de febrero, cuando comenzó la última ronda de ataques, varía entre 50.000 y 70.000, según distintas organizaciones humanitarias.
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