El Parlamento de Dinamarca aprobó la polémica ley de inmigración que incluye confiscar pertenencias de personas que solicitan asilo y extiende el periodo de tiempo en que un solicitante debe esperar antes de llevar al resto de su familia al país europeo.
Ese periodo será extendido de un año a tres años.
La votación quedó 81 votos a favor, 27 en contra y una abstención.
La ley dará facultad a las autoridades para confiscar dinero en efectivo y objetos de valor de los solicitantes de asilo para ayudar a cubrir sus gastos.
Permitirá la confiscación de objetos con un valor mayor a las 10.000 coronas danesas (aproximadamente 1.453 dólares).
Los artículos de "especial valor sentimental" tales como "argollas de boda, anillos de compromiso, retratos familiares, decoraciones y medallas" quedarán exentos, según el Ministerio de Inmigración, Integración y Vivienda danés. Sin embargo, dicen que los "relojes, teléfonos celulares y computadoras" sí podrían ser confiscados.
La legislación ha sido criticada en todo el espectro político, causando que muchos en esta nación del norte de Europa –con una antigua reputación a nivel mundial por su tolerancia y promoción de valores socialdemócratas y liberales– se horroricen.
Un trato justo, dice el gobierno
El Partido Liberal gobernante en Dinamarca dice que la legislación es para asegurar que los buscadores de asilo contribuyan a la generosa asistencia social del estado.
"Todos los ciudadanos daneses y refugiados que vienen acá, reciben cuidado de salud universal; tú recibes educación desde el preescolar hasta la universidad; recibes cuidados para gente mayor; recibes clases del idioma y capacitación de integración sin costo alguno, pagado por el gobierno", le dijo el vocero del Partido Liberal, Jakob Ellemann-Jensen a Christiane Amanpour el mes pasado.
"El único requisito que establecemos para evaluar esto es que tengas los medios para pagar por tu alojamiento y tu alimentación –sin tener en cuenta si eres danés o si eres refugiado– entonces deberías poder hacerlo".
Existen leyes similares en Suiza y Alemania, según las autoridades de esos países. En Suiza se reportaron docenas de casos en los que los bienes de los migrantes fueron confiscados a fin de financiar sus gastos de vivienda, aunque en Alemania no estaba claro si la policía forzó o qué tanto forzó la situación para hacer cumplir la ley.
Disuadir a los migrantes
Pero otros –tanto los partidarios como los críticos del proyecto de ley– dicen que esto tiene que ver más con la disuasión de más llegadas de migrantes y solicitantes de asilo que han entrado en Europa en cantidades que no se han visto desde la Segunda Guerra Mundial.
"Esperamos que esto inicie una reacción en cadena a través de Europa, por medio de la que otros países europeos puedan ver que existe la necesidad de restringir más las normas sobre inmigración a fin de mantener la cultura europea", dijo Martin Henriksen, portavoz del Partido Popular Danés derechista, el cual apoya el proyecto de ley.
Los legisladores también debatirán el triplicar el período de tiempo antes de que los solicitantes de asilo puedan solicitar asilo para que sus familiares separados puedan reunirse con ellos en Dinamarca.
Se espera que esta medida, la cual extenderá el período de uno a tres años, tenga un mayor efecto disuasorio sobre los migrantes potenciales.
"El objetivo es asegurarse de que menos personas vengan a Dinamarca si es difícil traer a tu familia", dijo Henriksen.
Una migrante siria en Dinamarca dijo que no tenía intención de permanecer en el país a causa del requisito, lo cual causaría que tuviera que esperar años para que su hija de 9 años de edad, quien todavía está en Siria, se reúna con ella.
"En ocasiones le digo a mis amigos: tengo miedo de que si me muero aquí, mi hija no sepa en dónde está enterrada su madre", dijo.
'Una afrenta a la dignidad'
Muchos en Dinamarca dicen que están horrorizados por la legislación propuesta, a la que la Agencia de la ONU para los Refugiados se ha referido como "una afrenta para la dignidad (de los refugiados) y una intromisión arbitraria a su derecho a la privacidad".
Wiebke Keson, una mujer danesa de 72 años de edad y voluntaria en un centro de refugiados, dijo que estaba "sorprendida" por la sugerencia de confiscar la joyería.
"Puesto que soy alemana, inmediatamente pensé en nuestra propia historia", dijo ella, al expresar la crítica común respecto a que la política hace eco de las confiscaciones nazis de objetos valiosos de los judíos.
Anders Ladekarl, secretario general de la Cruz Roja danesa, dijo que la política era parte de un patrón de los países europeos que tienen una línea cada vez más dura con los migrantes.
"Cada país ahora está tratando de levantar a una cerca alrededor de sí mismo, tratando de ahuyentar a los refugiados y a los solicitantes de asilo. Y esto no va a funcionar a largo plazo, porque tenemos una gran cantidad de personas con necesidad de protección internacional y están siendo rechazados e impulsados a ir de un país a otros".
La Agencia de la ONU para los Refugiados ha calificado la propuesta como "una afrenta a la dignidad (de los refugiados) y una intromisión arbitraria a su derecho a la privacidad".
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